Teléfonos móviles de los profesionales sanitarios: línea directa con las bacterias

Según un estudio, el 43,6% de los profesionales sanitarios de un hospital tenía un teléfono móvil contaminado con bacterias, algunas de ellas capaces de causar infecciones graves.

Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS) y, en especial, las adquiridas durante la estancia en el hospital, representan un problema de salud pública. La vía más frecuente de transmisión de los patógenos nosocomiales es por contacto a través de las manos de los profesionales sanitarios. Además, las superficies contaminadas de los objetos presentes en el hospital como, por ejemplo, el equipamiento médico, también pueden representar una fuente de infección.

En los últimos años, varios estudios han sugerido que los teléfonos móviles de los profesionales sanitarios portan con frecuencia microorganismos1,2. Continuando con esta línea de trabajo, un estudio ha descrito la flora bacteriana presente en los teléfonos móviles de los trabajadores de un hospital de 450 camas situado en Arabia Saudí.

Se tomaron muestras microbiológicas de los teléfonos móviles de 288 profesionales sanitarios del hospital y se registró su edad, sexo, lugar y puesto de trabajo, desde cuándo tenían el teléfono móvil y si lo habían limpiado al menos una vez con las soluciones alcohólicas disponibles en el hospital.

Los profesionales tenían una edad media de 33 años y el tiempo medio de posesión del teléfono móvil fue de unos 4 meses. El 43,6% de los profesionales sanitarios tenía un móvil con microorganismos potencialmente patógenos. Las bacterias más frecuentemente identificadas fueron el Staphylococcus aureus, presente en el 33% de los teléfonos móviles, y el Staphylococcus epidermidis, detectado en el 23% de los móviles. También se identificaron otras bacterias potencialmente patógenas, como el Acinetobacter spp y el Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM), presentes en el 9% y en el 7% de los móviles, respectivamente.

En cuanto a la contaminación de los móviles en función del tipo de profesional, el 51% de los médicos tenía su teléfono móvil contaminado, frente al 42% del personal de enfermería. Estas diferencias fueron estadísticamente significativas (p<0,004).

En torno al 12% de los profesionales reconoció haber limpiado en alguna ocasión su teléfono móvil con una solución alcohólica. Los teléfonos móviles de estos profesionales presentaron una menor frecuencia de contaminación (20%), comparados con los de los profesionales que nunca habían limpiado el aparato (41,2% de ellos presentaron bacterias). Estas diferencias fueron estadísticamente significativas (p<0,05).

Estos resultados no difieren en gran medida de los resultados de otros estudios semejantes realizados en países tan dispares como Reino Unido, EE. UU. o Israel1,3.

Los autores del estudio sugieren que, aunque los teléfonos móviles puedan contribuir a mejorar la atención sanitaria, su uso también podría asociar riesgos para el paciente. Concluyen que deberían implementarse intervenciones para disminuir la carga bacteriana presente en los teléfonos móviles de los profesionales que trabajan en el hospital.

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